viernes, 13 de abril de 2012

Casa 2ª parte

Como es habitual en los pisos de Ingolstadt, el piso no tiene muebles. Menos mal que la cocina sí estaba amueblada porque tampoco suele estarlo. Los muebles en Alemania son distintos a los de España. He estado en tres tiendas enormes de muebles y todas ellas del tipo Ikea. Aquí los muebles son funcionales. Y tras elegir los muebles hoy me ha tocado pintar. Resulta que una pared del dormitorio está pintada de azulón y los muebles son blancos y violetas así que he tenido que pintar la pared de blanco. Mi primera vez pintando. He acabado con el pelo a motas blancas, la cara a pecas blancas, las piernas blancas, los brazos blancos... Menos mal que la pared también ha terminado blanca aunque tengo que darle una segunda capa. En Alemania es costumbre que al dejar un piso se tenga que pintar. Menos mal que el piso que he alquilado tiene la cláusula de que cuando me vaya no es necesario que lo pinte y que mientras esté puedo pintar el piso como quiera, y el de detrás puede pintarlo si no le gusta el color que he elegido.

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