martes, 15 de noviembre de 2011

Ley de Murphy

Llevo en Ingolstadt, Alemania, dos semanas.

En dos semanas he estado haciendo de todo: empadronarme, pedir el papel en la Finanzamlt para el tema de los impuestos, abrir cuenta en banco alemán, estudiar alemán para entender a la gente de aquí, hacerme con la casa, hacerme con el nuevo trabajo... Y cuando ya pensaba que estaba saliendo a flote, me avisan de mi casa en Madrid que me ha llegado una carta informándome de que he sido agraciada con la plaza de vocal primera suplente para las elecciones generales en España del domingo.

Cómo voy a ir si estoy en Alemania? Pero qué suerte! Años estando en Madrid y va y me toca justo cuando llevo dos semanas en Alemania.

La solución que me proponían para que no pasara a estar en busca y captura era que enviara fotocopias de DNI y pasaporte, con un justificante de mi empresa alemana como que estaba aquí trabajando y un justificante como que permitía que mi padre rellenara la hoja en Madrid acompañando todos los documentos. Todo ello lo tenía que enviar desde Alemania para que llegara en dos días a Madrid.

Llamé al consulado en Munich y me comentaron que me pasara por allí, me inscribiera en el consulado y desde allí me gestionaban todo, enviando la documentación necesaria vía fax a la junta electoral.

Claro, si no hubiese pasado tan deprisa y corriendo y me hubiese dado tiempo a inscribirme en Munich en el consulado, no habría habido problema pero como Murphy es la caña....

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